jueves, marzo 30, 2006

ODY


Todos alguna vez hemos estado en contacto con personas enfermas, me refiero a enfermedades crónicas. Sé que es un camino difícil para los familiares de aquellas personas, pero también sé lo difícil que es ponerse en los zapatos del otro, no podemos imaginarnos siquiera en lo que se siente ser un enfermo crónico.
La Ody, como le decimos cariñosamente, es mi suegra, por la que siento un gran cariño, ella ha sufrido varios infartos cerebrales por lo que tiene serias dificultades para caminar y para hablar, aún así, ella ama la vida, lo que ha sido un ejemplo para mi. Ambas enfermas nos hemos hermanado, si....eso, nos hemo hecho hermanas en superar las dificultades. No se imaginan como la entiendo cuando está mucho tiempo en una posición, el cuerpo se agarrota y duele o cuando trata de hablar y nadie le entiende o por otro lado esa extrema dedicación o atención de algunas pesonas, que no te dejan hacer nada y te invalidan más todavía, con la buena intención, claro está, de hacerte la vida más fácil.
Es complicado mantener el justo equilibrio.
Como les decía, entiendo a la Ody porque he pasado por lo mismo, dificultades para moverme, una cosa tan sencilla como voltearme en la cama para mejorar mi posición, a veces no lo puedo hacer sola y que decir de hablar, la mandíbula se me traba y no puedo modular causando la hilaridad de mis hijos
He podido comprender a la Ody, gracias al parkinson, me ha dado la sensibilidad para entenderla y quererla mucho.
Otra cosa, gracias a Dios cuento con dos asistentes que son una maravilla por un lado Marcela, quien cuida, quiere y entiende a mi suegra y por otro lado la señora Gaby, mi nana, quien es mi mano izquierda y derecha, mi enfermera y mi amiga, dos ángeles sin los cuales no sé lo que haría.
¿Que acitud tomas frente a los enfermos? ¿Sientes compasión? o te sientes incómodo?

20 comentarios:

bàrbara dijo...

Hola,!!!!!!
creo que lejos si hay algo que no ayuda a una persona enferma es recordarle que esta enferma y no puede hacer nada,muchas personas al sentirse activas y capaces,aunque les cueste,manifiestan una sensacion de no estar tan enferma,creo que lo que talves hace tu familia de apoyarte y dejarte y no recodarte las 24 horas del día que estas enferma es lo mejos que pueden hacer...
La actitud que tomo frente a una persona enferma es de apoyo,me complica el dolor ajeno,pero lo enfrento y trato de ser util,y ayudar sin estorbar en lo que puedo.
Un abrazo

escorpiona dijo...

Es muy cierto, que cuesta ponerse en el lugar del que sufre una enfermedad cronica.
Frente a un enfermo, trato de entregar algo de alegría, mas que compasión, lo viví con mi querida abuela, cada vez que estaba con ella, le ponía alguna música que le gustaba, la peinaba, le lavaba su carita, sus manitos, trataba de mantenerla bien, dentro de lo poco que podía hacer.
Un rayito de sol desde el norte verde y todas mis buenas vibras para usted.

Anónimo dijo...

mm... no solo con los enfermos sino que con todo el mundo me pasa que me cuesta acercarme. No soy de las personas a las que se les llama de "piel".
Intento a toda costa que no se sientan enfermos. Tratarlos, en su justa medida, como todos los días. Como si no hubiera nada malo (teniendo los cuidados necesarios). Para que por un momento olviden que no se sienten del todo bien.

PD: Me imagino que es frágil. Una mijer que escribe así no puede ser un iceberg, pero aun así admiro su fuerza y valentia. Sea cuales sean sus motivaciones. La admiro.

Insisto... demás esta decir que todo saldrá bien porque eso ya es un hecho... pero aun así
Se sigue cuidando..

Águila libre dijo...

Hola: Se que estás por un momento díficil en tu vida, pero primero me gustaría decirte que yo no siento compasión por alguien que esta enferma. Sólo me preocupo de intentar darle mi compañía, amistad y de escuchar lo que esa persona quiera decir.

Que rico que estés haciendo tu blog, primero aprenderemos mucho, te servira para contar tus alegrías, tus pensamientos, tus penas y tus esperanzas y habran miles de personas como yo, rezando a diario para que Dios te de la fuerza necesaria para enfrentar y combatir con todas las fuerzas esta enfermedad. Recuerda siempre que el cerebro es el que manda al cuerpo, así es que ordénale a tu cabeza todos los días que mejore tu cuerpo. Te juro que resulta.

Un gran abrazo, y te voy a linkear para seguirte muy de serca.

Con cariño

María Paz

Pryncesazul dijo...

hola chaparrita, sabes yo la verdad no creo k uno sienta compasión por los enfermos, bueno, yo creo k eso depende de cada persona, gracias por compartir tu espacio con nosotros, y claro k te seguire visitando, uno aprende de todos cada dia, nos seguimos leyendo
besos y abrazos
bye

Sole.- dijo...

Holis, es mi primera visita y me he quedado impresionada, muy lindo y tierno blog en verdad...
Nunca pierdas esa fuerza de voluntad que se nota a leguas tienes para seguir adelante...
Tiene 2 ángeles que no te dejaran sola y una familia con larga lista de amigos que quieren lo mejor para ti y hacen lo posible para cumplir ese milagro.-
Seguire visitandote!!
Beshotes muchos!!!!

Lety Ricardez dijo...

¿Cual es mi actitud ante los enfermos dices?

No he vivido una enfermedad crónica larga de parte de ningún familiar cercano. Pero se que mi actitud no es la mejor. Cuando observo signos de envejecimiento en mi esposo, me duele tanto, que curiosamente me siento traicionada por él, como si esto tuviera una intencionalidad. Esta actitud mía no me agrada y se que debo examinarla a fondo, porque existe y la debo corregir.

Solo en la Oscuridad dijo...

Como poder contestar tu pregunta...solo con palabras que pueden brotar desde mis adentros, no siento compasión ni me siento incomodo, lo que si siento es la gran fuerza que emana de su cuerpo, siento repudio por la indiferencia de algunas personas, que puedo decir que no se haya escrito. Solo espero poder encontrar las palabras, si alguien me presta una oracion que describa la fuerza y podamos ver quienes nos demuestran a los angeles en la tierra.

Enzo Antonio dijo...

Hace ya varios días regresó a Chile un amigo entrañable y que no lo veía hace mucho tiempo. Me avisaron su llegada, aunque me extrañó que me avisaran varios días después y yo iba decidido a reprocharle su olvido para conmigo. Llegué a su casa y reencontrarme con toda esa familia fue un gusto. Pasé a su habitación y la impresión que me llevé fue tremenda. Miré a su hermana quién lo tenía de una mano, me acerqué a mi amigo y le dí un beso en la frente y lo primero que le dije fue.... reprocharle su olvido conmigo. Mi reacción nerviosa me llevó a comentar puras tonteras y fue él quién me tocó el tema, mi amigo sufre un cáncer terminal, y me dijo que había pedido expresamente que no me contaran nada pues sabía de mi sensibilidad. Traté de abrazarlo y le hice cariño en su rostro que conserva esos rasgos delicados pero masculinos. Pregunté todo y me contaron todo y siempre después de mi trabajo paso a verlo, a contarle chistes a leerle lo último en cuanto a fútbol y también a contarle lo mal de mis estados anímicos. O sea mi actitud frente a él es como si no pasara nada, aunque es él el que me toca el tema y me hace ver su temor a lo que viene. Yo le entrego mi compañía, mi fe y mi alegría de tenerlo ahí.

Erika Contreras dijo...

ENZO que difícil situación, creo que haces bien acompañándolo, estar presente aunque no hables o sólo tomándolela mano. A veces las palabreas sobran.
Un abrazo para ambos

Anónimo dijo...

Creo que mi actitud ante las enfermedades ha cambiado mucho. Hace un tiempo para mí eran una molestia, algo que limitaba y no dejaba avanzar. La vida me ha mostrado, a través de enfermedades graves de seres muy queridos, la realidad de la indigencia, las enfermedades me han puesto en contacto con lo vulnerable, con lo frágil, con lo limitado y ....misteriosamente siento que esas enfermedades me han hecho más sabia...percibo mi propio envejecimiento y siento una gran necesidad de protección, de manos amigas , de caminar con otros. Esto me ha hecho pensar en los viejos y en la necesidad de que los más jóvenes aquieten el paso, acompañen, aprendan...no sé., parece que me rayé.

Unknown dijo...

Hola Erika, yo soy Uruguaya, leo a tu hermano y por su blog llegue al tuyo. No voy a negar que me conmueve leer lo que escrbis, pero también he de decir que me pone en alerta. Mi hijo es un enfermo crónico (Diabetico tipo I), si bien no es una enfermedad invalidante si es privativa. Pero algo me propuse desde que el es diabetico; no podrá comer dulces ni podra comer todo lo que el quiera, se tendra que inyectar insulina, pero hasta ahí va a llegar su enfermedad. No le va a quitar absolutamente nada más. Esa es la apuesta, darle a la enfermedad su justo lugar.

Un saludo y mucha fuerza desde estas tirras charruas para ti!

Anónimo dijo...

Negrita son tantas las cosas que se me vienen a la cabeza ley´´endote y leyéndote a todos quienes te acompañan y te acarician por este medio tan novedoso para mí.
De las enfermedades en general, lo más claro que tengo es que no tengo precisamente el don de Enfermera...diría incluso que me molestan a veces las quejas de la gente por dolores mínimos...hemos sido criados en la onda del sacrificio.....
poero otra cosa es con las enfermedades graves o crónicas...ne he tenido mayor experiencia porevia y cotidiana que con tu Parkinson...que a diferencia del cariño con que tú le nombras, me parece un mounstruo malulo....
Mi actitud frente a tu enfermedad ha sido estar... acompañar, hablar de ello con los niños....que aprendan de la vida cotidiana que no todo lo controlamos...que a veces la vida no nos pregunta y sólo hay que enfrentarla como venga....A veces siento gran impotencia...por sentir que pese a estar nada se puede aportar...
Antes pensaba que el término compasión era sinónimo de pena...de decir "pobrecita"...pero ahora que he leido algo de lo esotérico, creo que la compasión es la capacidad de aceptar aquello que no nos gusta, aceptarlo y sobre ese reconocimiento y falta de armas para enfrentarlo...superarlo.
Negrita a mi tu enfermedad me ha dado la posibilidad de parar el torbellino de mi vida, hacer un gran lomo de toro, antes de llegar a tu casa y estar ahí...para hablar, para hacer silencio...para conversar el último lobro que has leido y compartir la vida.

Un besito

Cursivas dijo...

Querida Erika,
Gracias por este blog, es un gran regalo.

Un abrazo, y te sigo leyendo.

Cursivas dijo...

Ya! Y te hice un Link en mi blog!

Erika Contreras dijo...

Pagana:
Me quedó dando vueltas eso de "darle a la enfermedad su justo lugar" ¿Cúal es ese?. En mi caso está es una enfemedad no sólo invalidante sino que degenerativa y por lo tanto progresiva. Esto no tiene fin . Me alegro que tu estes cerca de tu hijo y le ayudes que su enfermedad no inunde todos los ámbitos de su vida, pero me imagino que no debe ser fácil.
Intentaré buscar el justo lugar de mi parkinson, por ahora estoy en este proceso que es terapéutico para mi.
Gracias por visitar mi blog.

Anónimo dijo...

Me alegro mucho que te hayas abierto al mundo, porque eso también nos hizo daño a los que te rodeamos y te queremos mucho sin tener las herramientas para ayudarte. Creo que la sonrisa es la mejor ayuda y es muy triste tener un enfermo que va decayendo con el paso de los meses, lo he vivido con mi papá desde hace 8 años y es un dolor que no he podido asumir. Trato de hablarle como si me escuchara y estuviera con nosotros, pero muchas veces está lejos.... pero Dios es tan grande que me permite hacerle cariño y darle besos. Además esta cerca de él una gran mujer que ha dedicado todos estos años a cuidarlo las 24 horas del día. Lo extraño tanto que no se que haré el día que definitivamente no esté. Gracias amiga por ayudarnos a detener esta vida superficial y acelerada que no permite entregar lo que uno realmente debiera. Te quiero mucho y nunca me imaginé este milagro de tenerte tan presente día a día en tu blog. Besos. Y mejorate pronto porque tenemos mucho por hacer aún....

Anónimo dijo...

Debo de confesar que siento un poco de incomodidad ante los enfermos por el hecho de que uno no sabe qué hacer para darles mayor confort. La sensación de estar como con las manos atadas es horrible, sobre todo ante tus seres queridos.

La-Roc dijo...

Creo que pasé por un periódo en el cual crecí como persona. Esa fue la etapa en la cual me dediqué a cuidar a mi bisabuela. Dormir con ella, velar su sueño, cantarle, hacerle bromas, llorar con ella, darle cariño y tantas cosas que aprendí... sus 82 años [mal contados] me hicieron madurar y ver la vida de otra forma. Casi 60 años de diferencia nos hicieron crear una complicidad, amor y lazo que perdura aún cuando ella está morando en el cielo...

clo dijo...

Ni siento compasión ni me siento incomoda, al contrario, quisiera estar más ahí, estar más cerca, dar más alegrías, dar más fuerza, recordar q el mundo es un lugar acogedor si somos capaces de ponernos en los zapatos del "otro", no sólo el parkinson -que aun no entiendo mucho como funciona- ni soy capaz de imaginar al Chino viviendo con eso; tengo un hermano vih+ al cual adoro y quien tiene una excelente calidad de vida, gracias a su ida a España, donde los pacientes crónicos son respetados, aceptados y forman parte cotidiana de la sociedad... mi padre durante muchos años, y a raíz del precoz diagnóstico de mi hermano (tenía en ese entonces 19 años) sufrió de soriasis -que tambien es una enfermedad crónica, del alma- y viví en carne propia lo que es la discriminación ante una enfermedad que no se elige, q simplemente está, tratando -como hija- que papi depusiera esa angustia y viva tranquilo... cuando mi hermano terminó la universidad él lo envió a España a hacer un doctorado, 8 meses despues papi había fallecido, de un día para otro le diagnosticaron una leucemia tan fulminante que en 3 semanas ya se había ido... es muy doloroso gente que tanto amo ya no está, o si está tienen algunas limitaciones, tienen esa espada de Democles sobre sus cabezas ¿compasión? ¿incomididad? DOLOR, eso es lo que siento, DOLOR vivo, abierto, cruel, daría mi vida porque nada de esto le hubiese sucedido a ellos: mi hermano regalón, mi único padre y el hombre que ha dejado una huella eterna en mi vida, a los tres les cambiaría mi vida por la de ellos... hay un libro de Adam Haslett "Aquí no eres un extraño" cada cuento trata de una enfermedad -en este caso la mayoría son enfermedades de la mente- que los discapacita, él hace familiar los desconocido y da una mirada con una ternura que hace sentir que ni tu Erika, ni mi hermano, ni mi padre ni el Chino son seres extraños, sólo les tocó vivir situaciones distintas...
Claudia