miércoles, julio 23, 2008


He decidido continuar con mi blog, éste que me salvó la vida en sus inicios, porque me contactó con tantos enfermos de parkinson de tantos lugares y lo sigue haciendo a través del mail. Está claro ha pasado mucha agua bajo el puente, ya no soy la misma, mi salud ha empeorado, mi ánimo también. Los medicamentos me provocan efectos secundarios tremendos, por lo dolorosos, con unas distonías espantosas. Las distonías son rigideces de los músculos al máximo, muy dolorosas. Esto no los sufro sólo yo sino también mi familia, mis hijos que lloran a la par mía por los dolores. Ellos siguen siendo mi motor.
Sin embargo todo no es malo, acabo de cumplir 45 años, estuve con los míos más queridos (aunque faltaron algunos). Además tengo mis días buenos, días de lectura, días en que chateo con mis amigos o aquellos en que mi hijo Pablo toca el piano y me regala música maravillosa
Pero debo reconocer que estoy pasando por el peor periodo desde que tengo la enfermedad. Me siento sola aunque tenga gente alrededor, es una soledad del alma. Entiendo que es muy difícil ponerse en mis zapatos.
En este video aparece mi hijo Pablo tocando Claro de Luna de Beethoven. Estuvo 6 horas ensayando para regalarmelo para mi cumpleaños.