domingo, septiembre 24, 2006

PRESENTACIÓN POÉTICA DE LA PLANTOTERAPIA

De una conversación con mi amigo José Sánchez-Cerezo sobre una anécdota con su madre surgen dos post, el mío CACTUS y éste,el que escribió él, con otro punto de vista que me pareció singular y hermoso.

Lo que he denominado "plantoterapia" supone, a mi entender, una profundización considerable en el uso terapéutico de las plantas. Este es su texto fundacional, que presenta sus principios de forma poética. Es una propuesta seria, no obstante. Ignoro si algo parecido existe ya en otro lugar. Por mi parte, dejo la idea como si de una semilla se tratara. Como ya comprenderéis al leer el texto, yo ya la he regado. Aun así, ella, como yo, os necesita... de vuestra luz, pero, sobre todo, de vuestro calor.


¿Qué es la plantoterapia? Para entenderla más cl
aramente narraré la anécdota que dio lugar a la idea original: Mi madre acababa de poner seis pequeños cipreses en el patio que había antes de entrar por la puerta principal. Orgullosa de su labor, decidió darles un nombre a cada ciprés y decidió usar el de mi hermana, el mío y el de los cuatro estudiantes a los que alquila una habitación en su casa. Era una especie de homenaje a los nombrados que, sabíamos, les iba a gustar (a todo el mundo le gusta que se acuerden de uno y que además lo muestren con gestos como éste). Y la idea original que dio lugar a lo que voy a contar fue simplemente preguntarme "oye ¿y si en lugar de darles nombres a las plantas... le das plantas a los nombres?", y añadí para aclararlo "si, piensa en... si tú fueses una planta ¿qué planta serías? El mundo vegetal es enorme en su variedad y riqueza, seguro que hay una u otra planta con la que te sientes identificada". Yo sabía que a mi madre le gustaban mucho las margaritas, por lo que para mi siempre han ido asociadas la una con la otra. Ahora me estaba planteando, directamente, cómo sería el jardín de mi vida. ¿Qué planta le asignaría a mi padre o a mi hermana, de tal modo que en la planta se reproduzcan o se refleje el carácter de ellos? ¿qué plantas les asignaría a mis amigos, a mis vecino y en definitiva, a todo aquel que ha dejado una huella en mi vida? No estaría nada mal hacer semejante jardín, y darle a cada planta el nombre de la persona que, permítaseme la expresión, plantifica (en lugar de personifica). ¡El jardín de mi vida! Plantoterapia, claro. La idea es hacer consciente las relaciones que tengo con las personas, las que he tenido en el pasado y las que puedo tener en el futuro. En realidad la "plantoterapia" no trata sobre plantas, sino sobre personas, y sobre la visión y los sentimientos que tenemos sobre ellas: se trata de hacer consciente y evidente el papel que juegan en mi vida, y más todavía, se trata de hacerme responsable de ellas, de las relaciones que mantengo con ellas. Mi jardin será variado, sin duda, pues he sido afortunado en la vida y he podido viajar y conocer a muchas personas. ¿Debería ponerles plantas a aquellas personas que no me agradan tanto? Bueno ¿por qué no? Dedícales un cáctus, si quieres -me decía a mi mismo, pero hazlo. También los cáctus necesitan cuidados, y pese a su aspecto fiero ¡florecen maravillosamente cuando lo hacen! Plantoterapia, si, no es lo mismo que "terapia con plantas", porque el nombre de plantoterapia viene de "yo planto", pues soy yo quien es consciente, responsable de mi jardín, quien ha de entender que cada planta es diferente, que tal vez no todas florezcan cómo y cuando nos gustaría, o tal vez algunas no llegan a florecer jamás, pero que tampoco ellas son por completo las responsables de ser como son. Como las personas, las plantas no eligen la tierra en la que crecieron, las macetas que tal vez les impidieron crecer o la falta de cuidados que en otros tiempos pudieran recibir. De nuevo, repito, no se trata de las plantas, sino de nuestra vida, de hacernos responsables, de ser jardineros de nuestro mundo-jardín, y no exploradores perdidos en la selva de nuestros recuerdos. Esta idea otorga una nueva dimensión al cuidado de las plantas, las personalizamos (y aunque tal vez les robemos a ellas algo de identidad para rememorar a nuestros seres queridos, sin duda no es lo mismo cuidar de un rosal sin nombre, que cuidar de un rosal que represente a nuestra querida madre, o a nuestro primer amor). ¿Qué planta le dedicarías a vuestro mejor amigo? ¿y a un profesor querido?

Vete a ver las rosas; comprenderás que la tuya es única en el mundo.

Ahora bien, hasta el momento sólo hemos hablado de las plantas que hemos conocido en nuestra vida y de las que siguen con nosotros, pero ¿y las plantas por venir? ¿cómo puedo saber cuáles crecerán en mi jardín? Tal vez eso no lo pueda elegir, pero se me ocurre que si las plantas han de ser aquellas personas que se han cruzado en mi vida, bien podría yo procurar que el suelo en el que han de asentarse, los sentimientos con los que voy a recibirlas, sean los más adecuados para que se desarrollen. Procuraré abonar mis tierras con la confianza, eliminar las piedras del rencor y la amargura, fertilizar con amabilidad los campos y no consentir que parásitos de ningún tipo estropeen las relaciones que mantengo con mis plantas, que son en definitiva la gracia, si es que no la pura esencia, de mi jardín.

En este modelo... ¿qué soy yo? ¿Soy el jardinero acaso? Podría ser. Pero se me ocurre algo mucho mejor. En mi jardín, en mi propio jardín, siendo el máximo responsable, siendo el alimento fundamental, seré el agua que riegue cada centímetro de mi mundo. El agua, precisamente lo que no tiene forma, ni color, ni olor, es capaz de dar vida a su alrededor. Tal vez así deba ser yo, como el agua, igual de flexible, fluyendo, empapándome en todo más no permaneciendo concretamente en ningún lugar (¿alguien piensa en el Tao?). Como el agua, si, pero, al igual que con el agua, he de tener cuidado al darme a los demás, pues también el elemento que da vida es capaz de ahogar, si me doy en demasía. Quizá sea más prudente, y mejor para todos y para mí, darme paso a paso, un poco cada día, por goteo, lento, pero constante, siempre presente, pero sin agobiar.

Algo en mi interior me dice, si, eres el agua, que da vida, como da vida el amor. Si has de regar tu jardín verdaderamente, de forma natural, hazlo con amor, o mejor, hazlo como el amor, riega todo cuanto crece sin distinción. Llueve sobre tu jardín, ama-riega indiscriminadamente, aunque sólo sea una vez, date el placer de darte en todo tu esplendor. El amor es en realidad inagotable, y toda el agua que cae del cielo vuelve al cielo, y toda el agua que se evapora de la tierra vuelve al suelo. Aunque sólo sea una vez, no temas amar verdaderamente. Tiempo después, aunque sean malos tiempos, aunque tu jardín se seque y poco sea tu consuelo, todavía brillará en tu mente, y lo hará para siempre, el recuerdo del arco iris con el que una vez regaste el cielo.
José Sánchez-Cerezo de la Fuente


miércoles, septiembre 20, 2006

PRIMAVERA


La Primavera, ya se siente venir, los días se van haciendo cada vez más largos y ya muchos árboles nos regalan sus coloridas flores. Hace tiempo que los aromos florecieron y su amarilla copa empezó a llenar de color el paisaje.
Para mi la primavera tiene muchos sentidos, si bien es la estación del año preferida de la mayoría de la gente que conozco, a mi me provoca sentimientos variados. Por un lado es preciosa, los colores, la sensación de calidez que hace que nos vayamos despojando de nuestros pesados ropajes de invierno. Eso me gusta, considero que nos proporciona una temperatura ideal.
Pero en otros aspectos, me provoca salir de mi cascarón protector y lo digo en dos sentidos, uno, el físico, mi casa, mi refugio en donde me siento protegida; el otro el interior, el que se me hace más difícil romper, el que me debe dejar salir, ya que también florezco junto con la primavera. Ese es el que más se resiste, por timidez……..falta de confianza en mi misma…………o por miedo a mostrarme. Tengo que reconocer que si bien, este último tiempo mi ánimo no ha sido de lo mejor, este comienzo de primavera se ve con mejores perspectivas, ya que estoy saliendo más. Voy a empezar una terapia fonoaudiológica y comencé a trabajar en la Liga Contra el Parkinson. Esto me tiene tremendamente motivada. Ya comencé a romper el cascarón ahora tengo que dejar que la vida fluya, como dice mi cuñado Pepe. A eso le llamo confianza,…..en mí y… en la vida. Fluir esa es la clave.
Siento que de a poco estoy saliendo de la oscuridad.
Y tú que esperas de esta primavera?

martes, septiembre 12, 2006

CACTUS



Mi jardín es pequeño. En él tengo un cerco vivo que me da mucho verdor siempre, sin importar la época del año. Desde mi ventana veo ese maravilloso espectáculo que junto a unos tremendos árboles que hay en la calle le dan calidez a mi lugar de trabajo.
En este lugar paso muchas horas, así que este paisaje es un regalo para la vista.
Pero lo que quizás más me gusta son las plantas que tengo en macetas. Algunas de ellas están en mi ventana, la mayoría son cactáceas. Éstas son plantas bien especiales porque no tiene hojas, como las que conocemos, en su lugar tienen espinas, adaptaciones para evitar la pérdida de humedad.
Si tuviera que elegir una planta que me caracterice o que me gustaría ser creo que yo elegiría ser un cactus porque resisten las peores condiciones, de sequía, de frío o calor excesivo y cuando florecen, lo hacen de una manera espectacular. Generalmente son flores exóticas que permanecen vivas muy poco tiempo, pero de una belleza cautivante. Así me gustaría ser resistente a las condiciones adversas pero ser capaz de dar luz y belleza aunque sea un instante sólo en algunos periodos de mi vida.
También tengo un cardenal, como lo llamamos acá en Chile, en otros lugares les llaman geranios. Es bien especial, porque a diferencia de otros de la misma especie éste tuvo flores durante todo el invierno. Una flor pequeñita de color fucsia que le da color a mi jardín, resaltando entre el verdor que la circunda. Tal vez también me gustaría ser como esa planta que siempre tiene flores, siempre dando luz y alegría.
Es curioso que las plantas necesiten agua, luz, anhídrido carbónico y unos cuantos nutrientes y también requieren de cuidado y que ellas son capaces de auto sustentarse, es decir producir su propio alimento a través de la fotosíntesis. Nosotros además de las cosas materiales básicas para la vida, necesitamos amor, necesitamos de los otros. Somos seres movidos por el amor. Algunos me dirán que el amor no es la única fuente surtidora,….. de acuerdo, pero necesitamos de algo más que nos motive, que le dé sentido a nuestra vida.
¿Tú con que planta te sientes identificado? o si tuvieras que elegir, ¿Cuál elegirías?

miércoles, septiembre 06, 2006

POEMA

Hace algunos días atrás recibí un mail de un poeta de Puerto Montt y me decía que se había inspirado en mi blog para hacer un poema. Poema que transcribo a continuación y que refleja muy bien el proceso vivido por mí y el parkinson.


Mi Parkinson y yo



Llegó de improviso y para quedarse
Enlutando mi vida y mis movimientos
Quitándole ganas al futuro
Haciendo de mi cuerpo un remolino
Llegó para quedarse si ser convidado

Y partió cansándome
Comenzó a vencerme a tiritones
Desde el amor a los amigos
Desde los médicos a los medicamentos
Desde mis manos a mis piernas

Y me cansó y me ganó y me dolió
Me asustó hasta la tristeza
Me remeció el cuerpo
Trapeo conmigo y con mis ganas
Llegó para quedarse y acabarme

Mi Parkinson y yo
Llegamos a un acuerdo
Que se renueva día tras día
Él se queda con mi cuerpo
Yo le robo el alma

Y convivimos entre dolores
Sin lástimas, ni autocomplacencias
Una relación de iguales
Él por fuera, yo por dentro
Invencible hasta en los huesos

Mi Parkinson y yo
Hablamos día tras día
El dolor dio paso a la esperanza
El deseo le ganó a los temblores
El corazón pudo más que el cuerpo


Su nombre es Gabriel Mancilla Polanco
y su blog es Ideaspre-concebidas